Ensayo
El paisaje en el siglo XIX: un proyecto nacional desde las letras y la pintura
Por: Lucia Patiño
Con la lectura de narrativas de fundación nacional se evidencia que, en buena parte, los orígenes de la República de Colombia se encuentran en su literatura. El paisaje es uno de los tópicos recurrentes en estas narrativas del siglo XIX, así como es también "uno de los géneros pictóricos más destacados del arte colombiano" (Fajardo 97) que empezó a desarrollarse justamente en la misma época. Al respecto, es preciso notar que no solo los motivos artísticos de los paisajistas del XIX, sino también sus intereses políticos, se aproximan a los de varios escritores colombianos en dicha época como José María Samper, Jorge Isaacs o Eugenio Díaz.
Asegura Eugenio Barney Cabrera en su Geografía del arte en Colombia que las características del arte decimonónico en cuanto al paisaje "radican en el cambio temático, encauzado por el naturalismo científico y el despertar nacionalista, de raigambres roussonianas" (Barney Cabrera 71). Las obras de Rousseau, según señala Elizabeth Garrels en su artículo La Nueva Eloisa en America: o el ideal de la mujer de la generación de 1837, tuvieron un importante impacto en Latinoamérica. En el caso colombiano, la influencia del precursor del romanticismo frente al tópico de la naturaleza se hizo notar no solo en la esfera social sino también en el campo jurídico a través de varios decretos, emitidos por Simón Bolívar, en los que se manifiesta un anhelo por el amor a la naturaleza y a la vida natural, así como por el papel que debe jugar el Estado a través de la educación en la formación ciudadanos de la República (Díaz Támara).
Una de las primeras muestras de arte gestadas en la República colombiana vino de la Comisión Corográfica, una empresa auspiciada por el Gobierno Nacional que, a mediados de siglo realizó "un amplio inventario y estudio sobre la geografía física, cultural y política del país, bajo la dirección del geógrafo italiano Agustín Codazzi" (Fajardo 111). Estos trabajos fueron una primera e importante búsqueda por reconocer el país. De acuerdo con Marta Traba, citada por Barney Cabrera, Colombia se descubrió a sí misma gracias a las láminas de la Comisión, pues "los pintores que participaron en la Comisión Corográfica pusieron por primera vez sobre la mesa un material de imágenes completo acerca del hombre y del paisaje colombianos" (Barney Cabrera 79).

En las diferentes narrativas decimonónicas se pueden leer con frecuencia pasajes enteros en los que se describen elementos del paisaje colombiano, diferentes tipos de árboles y flores propios de una región específica, las apariencias y sabores de distintos frutales, las texturas del bosque, el color de las aguas, los olores. También en obras como "De Honda a Cartagena" y "María" la narración se detiene para describir las músicas locales y los instrumentos autóctonos con los que eran interpretadas. A la par de las láminas de la Comisión, Colombia y sus costumbres territorios diversos fueron siendo descubiertos a través de las novelas y relatos de viaje que, con sumo detalle, se escribieron en el siglo XIX.
En similar sentido, mayoría de pintores del XIX, desde Roulin, Brown, Groot y los Castillo, hasta los colaboradores de la Comisión Corográfica, tenían con el paisaje una intención documental (Fajardo 113). Tal es el caso de Manuel María Paz, el más prolífico de los pintores de la Comisión, que era cartógrafo y pintó sus láminas con una determinada intención cartográfica de dejar registro fidedigno de la Nación. Eugenio Barney lo describe como "[e]ncendido de amor patrio, romántico puro del siglo XIX colombiano, con las bondades, los candores y las ardientes pasiones que distinguen a los hijos de su tierra" (Barney Cabrera 82).

De manera que el nacionalismo es justamente lo que caracteriza al arte en el XIX:
se puede asegurar que si la tarea artística del siglo XIX posee calidades es porque responde a la espontaneidad, al ingenuísimo, a la inmediatez objetiva. Ese arte conserva el valor de lo auténtico en la medida y en el sentido en que es testimonio directo de un modo de ser germinante, en vías de transformación, del hombre y de la sociedad americanos (Barney Cabrera 73)
Bibliografía
- Barney Cabrera, Eugenio. «Reseña del arte en Colombia durante el siglo XIX.» Cultura, Anuario Colombiano de Historia Social y de la. 1965. 71-118. 3 de diciembre de 2020. <https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/29677>.
- Díaz Támara, Alberto. «El romanticismo, Rousseau y Bolívar.» Revista Republicana (2015): 119-129. https://ojs.urepublicana.edu.co/index.php/revistarepublicana/article/view/176.
- Fajardo, Marta. «Manuel Dositeo Carvajal y el nacimiento del paisaje en Colombia.» Ensayos. Instituto de investigaciones estéticas 6 (s.f.): 96-115.
- Garrels, Elizabeth. «La Nueva Eloisa en America: o el ideal de la mujer de la generación de 1837.» Nuevo Texto Crítico 4 (1989): 27-38.
- «Sobre la Erythrina fusca, Písamos.» s.f. Librera Schiller. https://libreraschiller.wordpress.com/2020/05/18/sobre-la-erythrina-fusca-pisamos/. 2020 de diciembre de 3.